Caracas empieza a bajar las cargas luego de una pretemporada bastante fuerte. El equipo de Noel Sanvicente aprovechó el partido de ayer ante el Marítimo portugués para empezar a poner orden en cada linea. A los rojos todavía le queda mucho por trabajar y el empate a dos goles de ayer fue una pequeña muestra de lo que busca “Chita”: orden y velocidad.
Ante no más de cuatro mil personas, Marítimo empezó a sacar su casta de equipo europeo con frecuentes atentados por los costados. Franklin Lucena y Renier Rodríguez, laterales titulares de los caraquistas, se vieron comprometidos en las primeras escenas del compromiso.
A los 10 minutos, los de Funchal cambiaron la papeleta y se inventaron una jugada por el centro del campo. Djalma recibió un pase largo y dejó regado a Oswaldo Vizcarrondo. El volante de los rojiverdes, en una jugada individual propia de un jugador con mucha técnica, puso el 1-0 definiendo a tres dedos a la mano derecha del portero Javier Toyo (m.10).
Caracas intentaba con los acostumbrados servicios de Edgar Jiménez y Alejandro Guerra, pero muy poco pasaba en el anulado ataque capitalino.
Zurdazo al alma
Ya en la segunda parte, cuando se jugaba la fracción 55, hubo una jugada confusa en el área de Toyo, la pelota quedó rifada en la media luna y ahí apareció Olberman, el capitán de los lusos, con un espectacular disparo de primera. 2-0.
Los minutos corrían y el Caracas de a poco empezó a hacerse dueño de la pelota, lo que empezó a dejar un mejor semblante para el cuadro de la Cota 905.
Jiménez y Guerra, Guerra y Jiménez. Siempre ambos eran los que intentaban generar. También aparecía Zamir Valoyes, jugador que entró a volantear al equipo aprovechando su rapidez. Caracas quería tener la pelota y lo hacía bien.
Apareció el héroe
Y llegó el premio. En el 64, Guerra cobró un córner y Lucena la dejó pasar. En ese mismo instante, apareció José Manuel Rey por el segundo palo. El defensa central la tocó con el pecho y acortó distancias. 2-1.
La noche no se iba a quedar ahí para el caraqueño. Luego de tres intentos con tiros libres, en el cuarto, Rey puso el empate de modo típico. 2-2 merecido.
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