Una Forma de Vida

Por Carlos Roldan.

Ni el más efervescente seguidor del fútbol nacional podía imaginarse que un 16 de Enero del 2001 estaba naciendo un equipo que marcaría una historia dentro del balompié Venezolano y, más específicamente, en el estado Zulia.

El Unión Atlético Maracaibo había llegado para quedarse, para construir un camino lleno de alegrías que marcaría un antes y un después en el corazón del pueblo marabino. Lo que comenzó como un proyecto hoy en día es una realidad, un equipo que se metió en nuestros corazones y que jamás saldrá de el.

Ni el más pesimista seguidor del Unión Atlético Maracaibo podría imaginarse una situación como la que hoy vive la institución, un equipo acostumbrado a pelear campeonatos siempre marcando la pauta a nivel nacional y haciéndose un nombre a nivel de Sudamérica, con su peculiar característica de equipo de “estrellas” y una afición acostumbrada a entrar sin pagar una entrada, que no se le enseño desde el comienzo a tener sentido de pertenencia.

Existen los triunfalistas, esos que sólo asisten a los partidos cuando el equipo gana, están los que sólo asisten por moda, que viven del boom y van porque no tienen nada que hacer.

Pero estamos los fieles, los que de verdad sentimos los colores, esos que no pueden vivir sin el bicolor, que hasta han matado, metafóricamente, a sus madres ante el jefe, sólo para conseguir la forma de escaparse y ver en el terreno a 11 hombres que defienden lo más preciado que podemos tener, la camiseta, es más que una pasión es UNA FORMA DE VIDA.

Hacer lo imposible por ver al equipo de tus amores, pasar hambre, necesidades, incomodidades y con nada en el bolsillo. Nada de esto hace falta cuando tienes el corazón lleno de pasión, esa pasión que te eriza la piel y te hace vibrar, la emoción de ver que ya es domingo y tendrás 90 minutos de vida.

Esta institución nunca morirá, porque nunca la abandonaremos, mi gente es grande y no se quedará de brazos cruzados, la lucha es dura y larga pero bien reza el dicho “lo que no te mata te fortalece” y todo lo que nos esta pasando nos marcará para siempre pero nos dejará muchas enseñanzas para un futuro no muy lejano donde, no me cabe la menor duda, que seremos lo que todos queremos: ser el mejor club de Venezuela.

Esto significa que no dependa de un “Mesías”, sólo de su gente, sus socios, su numerosa afición y cuando llegue el momento de volver a dar la vuelta olímpica, los que estuvimos siempre fieles seremos los más orgullosos de no haber dejado morir al amigo que tanto amamos.

Larga será la lucha, pero eterno nuestro amor…