jueves, 17 de abril de 2008

Aragua campeón de la Copa Venezuela

El ciclo de Nelson Carrero en el Unión Atlético Maracaibo comenzó con el pie izquierdo y el Aragua se proclamó campeón de la Copa Venezuela para ganarse un cupo en la Copa Suramericana.

Un empate de 0-0 en el partido de vuelta de la final sentenció a favor de los de Maracay, gracias al doble valor de los goles marcados como visitantes. El compromiso de ida había finalizado 2-2 en el Pachencho Romero de Maracaibo, cuando el bicolor todavía era dirigido por el chileno Jorge Pellicer.

Los locales, con la ventaja del pacto en la ida, tomaron las cosas con mayor tranquilidad frente a un rival que tuvo en su banquillo el debut de Carrero.

Y el Aragua tenía razones para la calma. Gozó de su primera ocasión apenas a los tres minutos en una llegada del joven delantero José Salomón Rondón, que no pudo cabecear ante la salida de Tulio Hernández.

Maracaibo, con amor propio, se la jugó en varias ocasiones, reseñó Efe, especialmente con remates del argentino Guillermo Beraza y del delantero Yonathan Del Valle, pero el arquero local Luigi Palomino se transformó en la figura.

Tras el descanso, los marabinos buscaron en varias ocasiones el gol que les diera el título, pero Aragua tuvo buenas opciones en el contragolpe.

Jorge "Zurdo" Rojas con un tiro libre avisó a los anfitriones cuando se cumplía la hora, pero los dueños de casa defendieron con uñas y dientes el resultado que les daba un título por el que esperaban desde 2007.

Otro tiro libre de Miguel Mea Vitali (m.72) y un gol anulado a Víctor Villarreal (m.75) presionaban a los aragüeños, que se salvaron de un claro penalti no señalado por el árbitro Perluzzo del colombiano Luis Felipe Cardoza sobre el delantero Yonathan Del Valle (m.76).

Claudio Muñoz estuvo a punto de dar el triunfo y la Copa al Maracaibo (m. 90+1), pero su remate de derecha salió fuera por muy poco.

La expulsión de Gregory Lancken fue el cierre del choque para tristeza del Maracaibo, que se quedó sin poder llevarse si quiera un éxito en una temporada para el olvido.

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