domingo, 1 de junio de 2008

Gloria en Pueblo Nuevo


La vuelta olímpica del Deportivo Táchira en Pueblo Nuevo es el triunfo de San Cristóbal entera, ciudad que se volcó completa para apoyar al club aurinegro, poniendo alma y corazón en busca de un sueño que se hace realidad.

Táchira es el nuevo campeón del fútbol nacional, rompiendo la hegemonía que mantenía el Caracas con dos coronas consecutivas y cuatro en las cinco temporadas previas. Un empate de 0-0 defendido frente a los capitalinos en el "Templo Sagrado" hizo valer el 1-1 firmado el miércoles en el estadio Olímpico de la UCV, dándole un lugar privilegiado en la historia a aquel tiro libre de Javier Villafraz que resulta definitivo.

Caracas, el mayor de los rivales, murió como los grandes, peleando hasta el final, una situación que da mayor mérito al triunfo... Táchira fue el mejor.

El partido se vivió con intensidad frente a las 40 mil personas que llenaban las tribunas y que rendían homenaje a los dos aficionados fallecidos a causa de los disturbios registrados en la víspera durante las colas para la compra de entradas. Para ellos es una sexta estrella por la cual se esperó ocho años y que cierra una temporada inolvidable para el equipo de Carlos Maldonado.

El cuadro de la Cota 905 llegó dispuesto a amargarle la fiesta al Táchira, robándole la iniciativa de un local cauteloso, con la conciencia de que nada estaba decidido pese a la ventaja .

La presión, sin embargo, era altísima. El nerviosismo era evidente. El dominio era visitante, pero ello no se traducía en gol. De hecho, las mejores ocasiones eran del local. No era una final cualquiera, era una final Táchira-Caracas.

Si bien el fútbol no era el más espectacular, la cita se llenaba de emociones.

Marlon Fernández y Roberto Bobadilla amenazaban desde el lado aurinegro y disparos de Torrealba, Villafraz y Bovaglio alimentaban la esperanza, mientras que Ronald Vargas, autor de un disparo que sacó por poco Manuel Sanhouse, se veía activo en las filas rojas, sin suerte con una temprana lesión de Emilio Rentería.

El 0-0 con el que se llegó al intermedio obligó al Caracas a ponerlo todo para tratar de vencer. Saltó Alejandro Guerra al campo. Se necesitaba un héroe.

Los héroes, no obstante, estuvieron con el Táchira. Bovaglio y "Patón" González, fueron infranqueables. El único error fue un despiste que dejó a Vargas con espacio para maniobrar en el área. Sacó un disparo que Sanhouse despejó a medias y Valencia desperdició ese rebote con el arco vacío.

Caracas no volvería a disfrutar de una ocasión igual y el paso de los minutos hacía al Táchira más campeón. La recta final hizo delirar a la tribuna. Era imposible escuchar a la persona sentada al lado en medio del rugido.

La fiesta se encendía y el Deportivo Táchira era el campeón. Al fin era el campeón.

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