Partido soporífero el que han disputado Grecia y Suecia en Salzburgo, correpondiente a la primera jornada del grupo D. Hasta que no ha aparecido Zlatan Ibrahimovic mediada la segunda parte para desequilibrar la balanza y abrir el marcador el empate a cero parecía lo más probable.
Con las alineaciones en la mano más o menos se podía esperar la actuación de los vigentes campeones de Europa. Otto Rehhagel ha puesto de inicio una defensa con cinco hombres, con lo que apostaba por un juego bronco y con pocas ideas. A esto se ha sumado la actitud de Suecia, que ha preferido entregar el balón al conjunto heleno y esperar para sorprender a la contra con hombres como Ibrahimovic, Larsson, Ljungberg y Wilhelmsson.
El partido ha empezado bastante abierto y Busacca pronto ha enseñado la primera cartulina amarilla, a Charisteas, en una falta bastante absurda en el centro del campo. Poco después ha iniciado el leit motiv del partido: Suecia esperaba en su campo mientras los tres centrales griegos se pasaban el balón entre ellos sin sobre pasar la línea del centro del campo. Cuando se decidían, balón largo y a esperar a crear alguna ocasión de gol a raíz del rechace o del propio pase. A no ser que Basinas o Charisteas, los mejores por parte helena, intentaran jugar por abajo.
Hasta la afición sueca, mayoritaria en las gradas de Salzburgo, ha alzado la voz y silbaba la actuación de Grecia y forzaba a los suyos para que presionaran a los centrales helenos, aunque con poco resultado. La llegada al descanso invitaba a pensar que, obligados a ganar tras la victoria de España, los dos equipos saldrían a por todas. Lástima que no fuera así y que los minutos pasaran con apenas ocasiones de gol. Hansson estuvo a punto de marcarse en propia puerta, quizá por que incluso él se estaba durmiendo ante el poco fútbol que se veía.
Suerte de Zlatan Ibrahimovic. Suerte que los problemas de rodilla que padecía no le han obligado a irse antes de tiempo al banquillo. Llevaba desde octubre de 2005 sin marcar con su selección, pero hoy ha dado fin a su sequía con un golazo. En un saque de banda Zlatan recibe el balón, pared con Henrik Larsson y, de primeras, realiza un disparo imparable para Nikopolidis.
Si no hubiera sido por él, seguramente el partido hubiera tenido otro final. Tras el gol, sin dejarle respirar, el técnico sueco le sentó por Elmander, posiblemente por los problemas en la rodilla que arrastraba. Por su parte, Rehhagel se vió obligado a dar entrada a un delantero, Samaras, por un defensa, Dellas. Pero ni con esas conseguía Grecia cambiar el rumbo del encuentro.
Tampoco ha tenido tiempo. En uno de los goles con más carambola de la Eurocopa, Hansson ha anotado el segundo gol sueco en una jugada de auténtico cricket. Ljungberg falla un uno contra uno frente al meta griego, el balón queda en el aire, saltan Hansson y Seitaridis y, sin saber cómo remata, el nórdico consigue el gol.
Al final, tres puntos para Suecia que se sitúa al frente de la clasificación del grupo D, junto a España. Mucho deberá cambiar Grecia para lograr el pase a cuartos de final. La mala noticia del encuentro, la lesión de Wilhelmsson, que seguramente se perderá lo que queda de Eurocopa.
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