El siempre emocionante derbi milanés que depara la quinta jornada se convertirá para el líder Inter en una oportunidad para seguir poniendo tierra de por medio, mientras el Milán tendrá que demostrar que sigue siendo un candidato al título Para el técnico interista, el portugués José Mourinho, y el milanista, Carlo Ancelotti, ha llegado la hora de la verdad.
El Inter, que en el última jornada contra el Lecce no brilló y tuvo que salir en su ayuda el "salvador" argentino Julio Cruz para poder ganar el encuentro, tiene que demostrar que se merece el primer puesto que ocupa en solitario.
EL Milán, tras perder los dos primeros encuentros del campeonato, parece haberse recuperado y una victoria en el derbi le acercaría a la cabeza de la clasificación y le daría alas para continuar confiando en ganar el "scudetto".
Al derbi, Mourinho llega con abundancia en la línea ofensiva. Mientras el sueco Zlatan Ibrahimovic parece inamovible, la gran duda será si seguir confiando en el brasileño Adriano, muy voluntarioso pero aún sin puntería, o dar una oportunidad al joven Marco Ballotelli o probar, de nuevo, con el "Jardinero" Cruz.
"Julio ha demostrado que puede ser decisivo incluso jugando pocos minutos", dijo el segundo entrenador del Inter, Giuseppe Baressi, que no quiso precisar si Mourinho contará con él para el once inicial en el derbi.
Para Ancelotti, sin embargo, se multiplican los problemas después de la lesión que se produjo el miércoles el delantero Marco Borriello, uno de los fijos en la delantera milanista y que no podrá estar en el duelo.
Los brasileños Kaka y Alexandre Pato disputarán con seguridad el encuentro contra el Inter, pero la gran duda es quién será la segunda punta: Ronaldinho o Andriy Schevchenko, dos jugadores que hasta ahora no han entrado en los planes de Ancelotti.
Los milanistas tienen una motivación más para llevarse los tres puntos. El propietario del club y presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, les ha pedido la victoria en el derbi como regalo para su 72 cumpleaños, que celebrará un día después.
El Juventus tiene, ante un Sampdoria que no levanta cabeza y ha sumado sólo tres puntos desde que comenzó el campeonato, la oportunidad de redimirse de su último empate con el Catania, que le alejó del liderato.
Pero el entrenador "bianconero", Claudio Rainieri, tiene que hacer cuentas con una larga lista de lesionados, en la que pesan las bajas del guardameta Gianluigi Buffon y el delantero francés David Trezeguet.
Los goles del brasileño Amauri, que lleva tres en la temporada, no bastan y el entrenador y los aficionados juventinos esperan en que por fin despierten Alessandro Del Piero o Vicenzo Iaquinta, que se disputarán el segundo puesto en la delantera contra el Sampdoria.
Para Roma y Fiorentina, dos de los equipos que se presentaban como candidatos para luchar por el título, la quinta jornada será decisiva para salir de la crisis o certificarla.
El Fiorentina se enfrenta a un difícil Génova y al imparable delantero argentino Diego Milito, autor de dos de los tres goles que marcaron la derrota al Roma la pasada jornada (3-1).
Mientras que el Roma, que sigue sin recuperar hombres importantes como Francesco Totti o Simone Perrotta, acusará además contra el Atalanta la ausencia de Daniele De Rossi, expulsado contra el Génova.
El equipo de Luciano Spalletti no podía encontrar en estos momentos un peor adversario, pues el Atalanta se está confirmando una de las sorpresas y ocupa junto con el Lazio la segunda posición de la clasificación.
El Lazio tiene en casa del Torino que demostrar que no es el equipo que sucumbió ante el Milán (4-1) sino el que ha demostrado el juego más brillante y el más efectivo con 10 goles en su haber.
Sábado:
Sampdoria-Juventus (16.00 GMT) y Fiorentina-Génova (18.30 GMT)
Domingo:
Bolonia-Nápoles, Catania-Chievo Verona, Lecce-Cagliari, Palermo-Reggina, Roma-Atalanta, Torino-Lazio, Udinese-Siena y Milán-Inter (18.30 GMT).
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