Con un regate de videojuego, el punta ganó el espacio para batir a Sanhouse. El local pegó 2 palos
De nada sirve tener la pelota, tampoco bañar de disparos el arco rival, no vale de mucho dominar el partido si no eres capaz de meter la pelota en el arco rival. Táchira pudo vencer a Maracaibo pero no fue capaz de concretar y terminó pagando caro su falta de puntería. ¿El precio? Una derrota en el que fuera un fortín:_Pueblo Nuevo.
Maracaibo fue el primero en pegar, cuando Daniel Arismendi encaró a Sanhouse, pero cuando le tocó definir sólo pudo lanzar un globo fácil de dominar.
El travesaño marabino comenzó a ser salvador de Juan Carlos Henao. Granados centró desde la izquierda a Beraza. El argentino la bajó y probó un derechazo que fue repelido por la madera (32). En el 44 volvería a esquivar la suerte, cuando Yonathan Del Valle envió un misil desde 30 metros que hizo temblar la madera bicolor.
La segunda mitad no cambió la suerte andina. Beraza remató un centro atrás que se iba a marchar largo hasta que “Taca” Machado se cruzó y la metió, sin embargo, la bandera del asistente ahogó el grito de los pocos fanáticos andinos.
Del Valle volvió a pedir la pelota en la mitad del campo y tras avanzar pocos metros soltó un zapatazo, pero Henao voló y evitó el tanto local (70).
Se desarman
Carlos Maldonado quiso buscar más mordida adelante y dejó una línea de tres en el fondo, al sacar a Granados por Pérez Greco. Pero la movida no generó lo esperado y Táchira empezó a sufrir en la zona defensiva, sin cobrar dividendos en la ofensiva. Beraza volvió a fallar en el 74, disparando a las nubes.
Cuando más cerca parecía un tanto local, Daniel Arismendi hizo valer la máxima del que “al que no hace le hacen”. Combinó con Víctor Villarreal, y recibió, de espaldas, dentro del área. Con tres marcadores encima, se inventó un recorte de lujo y se quedó a solas con el meta Manuel Sanhouse, a quien batió a media altura. Un balde de agua fría, del cual Táchira jamás pudo levantarse.
De nada sirve tener la pelota, tampoco bañar de disparos el arco rival, no vale de mucho dominar el partido si no eres capaz de meter la pelota en el arco rival. Táchira pudo vencer a Maracaibo pero no fue capaz de concretar y terminó pagando caro su falta de puntería. ¿El precio? Una derrota en el que fuera un fortín:_Pueblo Nuevo.
Maracaibo fue el primero en pegar, cuando Daniel Arismendi encaró a Sanhouse, pero cuando le tocó definir sólo pudo lanzar un globo fácil de dominar.
El travesaño marabino comenzó a ser salvador de Juan Carlos Henao. Granados centró desde la izquierda a Beraza. El argentino la bajó y probó un derechazo que fue repelido por la madera (32). En el 44 volvería a esquivar la suerte, cuando Yonathan Del Valle envió un misil desde 30 metros que hizo temblar la madera bicolor.
La segunda mitad no cambió la suerte andina. Beraza remató un centro atrás que se iba a marchar largo hasta que “Taca” Machado se cruzó y la metió, sin embargo, la bandera del asistente ahogó el grito de los pocos fanáticos andinos.
Del Valle volvió a pedir la pelota en la mitad del campo y tras avanzar pocos metros soltó un zapatazo, pero Henao voló y evitó el tanto local (70).
Se desarman
Carlos Maldonado quiso buscar más mordida adelante y dejó una línea de tres en el fondo, al sacar a Granados por Pérez Greco. Pero la movida no generó lo esperado y Táchira empezó a sufrir en la zona defensiva, sin cobrar dividendos en la ofensiva. Beraza volvió a fallar en el 74, disparando a las nubes.
Cuando más cerca parecía un tanto local, Daniel Arismendi hizo valer la máxima del que “al que no hace le hacen”. Combinó con Víctor Villarreal, y recibió, de espaldas, dentro del área. Con tres marcadores encima, se inventó un recorte de lujo y se quedó a solas con el meta Manuel Sanhouse, a quien batió a media altura. Un balde de agua fría, del cual Táchira jamás pudo levantarse.
0 comentarios:
Publicar un comentario