Los goles de Márquez y Eto'o dan los tres puntos al equipo de Rijkaard

En el fútbol hay pocos debates tan recurrentes como los que protagonizan los defensores del 'jogo bonito' y los resultadistas. Esta semana Rijkaard y Eto'o habían ejemplificado este debate y hoy el Barça quizás haya dado la razón a los que anteponen el marcador al estilismo. Así, el Barça ha vencido en el Ono Estadi 0-1 con un partido muy funesto en cuanto a su juego pero efectivo con la consecución de los tres puntos que sirven para recortar (ni que sea momentaneamente) la distancia que separa a azulgranas del Real Madrid.

Cierto es que el partido ha empezado con un Mallorca más incisivo que el Barcelona. La demostración más clara ha sido la jugada que ha iniciado el equipo local en el minuto 8. Güiza, tras recortar con inteligencia a Milito, ha tenido en sus botas el primer gol bermellón con un disparo que ha lamido el palo izquierdo de Víctor Valdés.

Una de las claves de este dominio en cuanto a las ocasiones ha sido el control en el centro del campo del equipo de Gregorio Manzano, que ha atenazado la línea medular del Barça. A pesar que el equipo de Rijkaard ha tenido altos porcentajes de posesión de balón, la verdad es que esta superioridad no se ha traducido en ocasiones (las únicas realmente claras las ha tenido Iniesta en el 13' tras una jugada personal con un disparo demasiado cruzado y Xavi en el 37') ni mucho menos goles.