sábado, 11 de octubre de 2008

Argentina ganó y se sacó la mufa ante Uruguay

La Selección impuso por 2-1 en el Monumental. Lionel Messi (PT 6m) y Sergio Agüero (PT 12m) marcaron para los de Basile, que jugaron un gran cuarto de hora inicial. Sobre el cierre de la primera parte descontó Lugano (PT 39m). Con este resultado se cortó una racha de cinco partidos sin triunfos.



Argentina hizo lo que tenía que hacer: sumó tres puntos y reencauzó su rumbo en las Eliminatorias. Sin hacer un gran partido, la
Selección venció como local a Uruguay por 2-1 y mira los próximos desafíos con mayor optimismo.

Cuando el reloj había dado sólo seis vueltas, un mix de fortuna y talento le dieron el primer gol a Argentina. Tevez encaró de la izquierda hacia el centro, sacó un remate que pegó en un defensor uruguayo y Lugano despejó, pero con tanta mala suerte que la pelota rebotó en la espalda del árbitro Carlos Torres y le quedó a Riquelme. Román vio a Messi y le puso la pelota en la cabeza para que definiera ante el pobre de Castillo.

Un puñado de minutos más tarde, a los doce, Argentina repitió la fórmula y empezó a sentenciar el partido. Centro desde la izquierda y gol. Esta vez fue Cambiasso el que apareció sólo por el segundo palo, pero su remate dio en el poste… En el rebote, Agüero

En el siguiente ataque fue Messi el que estuvo cerca de aumentar. Era un monólogo del equipo de Basile, que vivía sus mejores quince minutos en las eliminatorias. La antesala de una tarde tranquila, con victoria, como hacía tiempo no se vivía.

Luego se bajó el ritmo, entraron menos en contacto con el balón el tridente ofensivo y se peleó más de lo que se jugó y en ese terreno de confusión salió beneficiada la formación visitante.

Sobre el cierre del primer tiempo, la defensa se durmió, Lugano anticipó a un lento Burdisso y puso a Uruguay otra vez a un gol. Un premio quizás excesivo, que le puso una inesperada cuota de incertidumbre al resultado.

En el complemento Argentina salió algo más decidida a sentenciar el partido, pero Castillo evitó un gol de Tevez y luego el trámite se volvió a emparejar. Argentina no metía el tercero y estaba destinada a sufrir ante cada aproximación celeste. Sólo así se explica el pedido de Basile a Demichelis, cuando éste chocó contra un Rodríguez: “Quedate en el piso, quedate en el piso”. Era cuestión de que pase el tiempo.

A los 26, cuando el juego era equilibrado y casi sin situaciones, el Coco movió el banco: Ledesma y Milito por Riquelme y Agüero. Las variantes le dieron algo de aire al equipo, que pasó a monopolizar la tenencia del balón bajo la conducción del Lobo.

Así, entre toques en la mitad de la cancha y pierna fuerte se esfumaron los últimos minutos. Argentina se aferró a una victoria justa, sin lucir, pero que sirvió para cortar la racha de cinco sin triunfos y para ir a Chile con el ánimo renovado.

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