sábado, 23 de agosto de 2008

La Argentina de Messi, bicampeona olímpica



Argentina ganó en Pekín-2008 el oro del fútbol olímpico masculino, por segunda vez consecutiva luego de Atenas-2004, al derrotar 1-0 a Nigeria este sábado y tomarse revancha de la derrota en la final de Atlanta-1996, con Lionel Messi como factor desequilibrante.
Bajo un calor agobiante en el estadio Nido de Pájaro de Pekín, el volante Angel Di María anotó el gol argentino a los 58 minutos tras pase de Lionel Messi, quien fue la carta de triunfo a lo largo del torneo.

El partido tuvo acciones parejas con los dos planteles volcados al arco rival y la misma ambición, pero los argentinos marcaron el desequilibrio en los primeros minutos del primer tiempo y sostuvieron el resultado contra viento y marea.

Nigeria, que se adjudicó la medalla de plata, fue un digno rival que no cejó jamás en su intento por encontrar mejor suerte.

"Creo que merecimos ganar porque jugamos mejor fútbol. Argentina estuvo bien organizada hoy y supo aprovechar la oportunidad de ganar", declaró el atacante nigeriano Víctor Obinna, medalla de plata y autor de tres goles en el torneo.

Samson Siasia, el entrenador, sostuvo que "por supuesto que estoy desilusionado. Hemos jugado bien pero lo que decide es quien anota el gol. Creo que nuestros muchachos han hecho un muy buen trabajo en este torneo Olímpico".

Con el triunfo, Argentina logró su segunda medalla de oro en olímpicos, luego de la obtenida en Atenas-2004.

Sin embargo, cuando el técnico nigeriano Samson Siasia dijo previo al partido que su equipo intentaría intimidar al rival, sabía perfectamente de lo que hablaba, puesto que este plantel verde puso contra las cuerdas a los argentinos en gran parte del juego. Pero pudo más la casta que el empuje.

Nigeria tuvo sobre todo una disciplina táctica envidiable y una zaga a toda prueba que ofreció poquísimas concesiones, que Leonel Messi, Sergio Agüero y sobre todo Angel Di María intentaron aprovechar.

Los albicelestes en realidad parecían estar reservándose para más adelante en una situación de juego adversa para los dos equipos: alta humedad y una temperatura de 33 grados que obligó al juez húngaro Viktor Kassai a parar las acciones por un minuto para que los jugadores se refrescaran.

El primer tiempo jugado a un ritmo mesurado, a pesar del agobiante calor en el mediodía de Pekín, tuvo alternancias interesantes sin llegar precisamente a ser emotivo.

Los equipos no fueron mezquinos a la hora de atacar, a pesar de que Nigeria, por ejemplo, plantó una línea de cuatro al fondo con una interesante secuencia de relevos.

Fue Nigeria que tuvo una opción inmejorable en las botas de Promise Isacc a los 34 minutos, pero Argentina estuvo más cerca con dos jugadas, al final del primer tiempo, de Agüero y Di María, que envió un misilazo desviado.

Apenas comenzado el segundo tiempo Messi sacó una obra de arte de la galera que contuvo el arquero Ambruse Vanzekin.

El maestro Messi puso poco después un pase preciso a los pies de Di María, que emprendió una rápida carrera y, mientras salía al achique Vanzekin, el jugador del Benfica le puso un 'sombrero' para hacer estallar a los tribunas a los 58 minutos y acercar a su equipo a la segunda dorada.

En la contra, a los 63 m, Obinna estuvo a punto de equilibrar el marcador, pero Romero se apoderó como pudo del balón. Un minuto más tarde el golero argentino sacó al centro un disparo de Victor Anichebe.

Nigeria estaba entonces decididamente volcada al ataque y generó varias situaciones de gol, aunque Argentina también tuvo lo suyo y llevó cargas de riesgo como la gran corrida que tuvo Messi, a los 77, frenada sobre la línea del área grande por Onyecachi Apam.

El técnico Sergio Batista dispuso luego la sustitución de Agüero por un volante, José Sosa, seguramente para darle más volumen al juego de su equipo, y luego la salida fue obligatoria para Di María por lesión. Al final Ezequiel Lavezzi sustituyó a Messi.

Argentina alcanzó la marca sudamericana de Uruguay en olímpicos, con dos oros en fútbol.

AFP

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