Old Trafford nos ha dejado dos certezas este domingo. La primera, que Kevin Keegan ya ha pagado su 'derecho de piso' en el Newcastle y esta temporada está dispuesto a hacerle luchar al menos por un puesto en la Copa UEFA. Y la segunda, que el Manchester United está sufriendo horrores la ausencia de Cristiano Ronaldo, demostrando que el luso quizá sea más importante de lo que muchos creen en este equipo.
En cuanto al Newcastle, hemos necesitado apenas cinco minutos para ver un cambio de actitud en este equipo. El curso pasado jugaban a verlas venir, y se salvaron de no luchar por la permanencia porque había otros que ni siquiera jugaban a eso. Ahora, en cambio, el equipo se para más adelante, se permite dejar los galones defensivos a todo un debutante como Coloccini y ha ganado en confianza gracias al desparpajo de Jonás Gutiérrez.
Está claro que la Premier era el torneo ideal para el 'Galgo'. Cuando se cayó su traspaso al Portsmouth el sueño estuvo a punto de irse al garete, pero afortunadamente el Newcastle se enteró de que el argentino es el hombre más adecuado para jugar en las Islas. Su verticalidad enloquece a los hinchas ingleses, como lo hemos podido comprobar con el 'oooohhhhh' de la grada de Old Trafford, que algo sabe de esto. Cuando el 'Galgo' cogía el balón, había peligro para el United.
En cuanto al campeón, el esperado regreso de Wayne Rooney trajo alivio pero no estaba disponible su compadre ideal, Carlos Tévez. Además, ya en la Community Shield ante el Portsmouth quedó muy en claro que los Red Devils no son los mismos cuando falta Cristiano Ronaldo. Parece una obviedad, claro, pero muchos creíamos que un equipo de semejante categoría tendría alternativas para cubrir la baja del luso. Si no está Tévez, pues no las tiene.
Por tanto, el partido resultó más igualado de lo que se presumía. Jonás volvió loco a Brown en el duelo por banda, Obafemi Martins se creció, bien secundado por el irlandés Duff, y el propio nigeriano anotó el 0-1 dejando mudo a Old Trafford al remachar de cabeza un córner a los 22 minutos.
Afortunadamente para el United, Darren Fletcher, que había perdido la marca de Martins en el gol del Newcastle, se reivindicó dos minutos después, conectando de primeras un buen centro de Giggs para subir el 1-1 al marcador.
Debió haber marcado al menos dos goles más el United en el primer tiempo, pero el meta Given estuvo inmenso. Primero, había tapado con la cabeza un testarazo en plancha del joven Campbell, y luego hizo una doble parada ante remates de Rooney y Scholes, en pleno momento de asedio del United. El segundo tiempo sería otra cosa.
La salida de Carrick, por lesión, resintió al United en la medular, y Ferguson buscó soluciones en un banquillo que no las tenía. Metió a los chavales brasileños Da Silva y Possebon, pero ninguno de los dos punto crear serio peligro al Newcastle.
A medida que fueron pasando los minutos creció el trabajo de Coloccini en la zaga visitante y además los puntas del equipo de Keegan no le bajaron la cara al partido, situándose a espaldas de los laterales para abrir el campo y no resignar el manejo del balón, algo elemental cuando juegas ante los Red Devils.
Ya no hubo más ocasiones claras y el United acabó resignándose. No era la tarde apropiada para agradar. Ni siquiera para resolver la papeleta sumando de a tres. Ante la ausencia de Tévez, y a la espera de la 'Solución Cristiano', el campeón parece un equipo de lo más normalito. El Newcastle demostró que no son invencibles.
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