domingo, 23 de marzo de 2008

El Villarreal gana sin pisar el acelerador

El Villarreal continuó con su inercia ganadora en el campo del colista y, aunque con algunos apuros, consiguió su cuarta victoria consecutiva (1-2) para seguir metiendo presión al Barcelona por la segunda plaza. El Levante hizo un partido muy decente y casi siempre tuvo el peso del encuentro, pero no tiene la pólvora de su rival. Matías Fernández adelantó al Villarreal en un disparo que sorprendió a Kujovic y entró por el centro. Mediado el segundo tiempo, Miguel Ángel dio al Levante el premio que estaba buscando y en la recta final Guille Franco apuntilló a los de De Biasi tras una jugada de Cani y Pires. A los amarillos no les hizo falta pisar el acelerador para derrotar al colista.



El Levante ofreció ante el Villarreal una nueva muestra de su profesionalidad. Los de De Biasi, con unos recursos que ni por asomo se acercan a los de su vecino, tiró de orgullo por enésima vez y con buenas intenciones vio de cerca a Diego López. Incluso rondó el gol con un tiro al palo de Pedro León. El Villarreal, que en el primer minuto tuvo un buen acercamiento de Nihat, dimitió pronto, como si el partido le diera pereza. Era consciente de que ganaría el partido por inercia, y realmente así fue.

Los de Pellegrini se pusieron por delante casi sin proponérselo. Matías Fernández disparó desde fuera del área y el balón, centrado, sorprendió a Kujovic, muy descolocado. No se desanimó el Levante tras el gol en contra, mientras el Villarreal siguió igual, confiando en que una contra dejara todo visto para sentencia. Al Levante le faltaba un punto de calidad, pero nunca ánimo. Juanma y Pedro León ponían algo de picante por ambos costados, aunque Geijo y Riga casi nunca llegaban antes que Gonzalo y Godín, y cuando lo hacían les faltaba acierto.

El partido no varió en la segunda parte. El Villarreal seguía venciendo con lo mínimo hasta que Miguel Ángel cabeceó con potencia un balón dentro del área. El Levante encontraba su premio, pero aún quedaban veinticinco minutos por delante. Tras la igualada, Pellegrini ordenó tres cambios que iban a resultar decisivos para el devenir del encuentro. Entraron Cani, Pires y Guille Franco, los tres jugadores que participaron en la jugada del segundo gol visitante. Cani metió un balón interior hacia Pires, el francés se la dejó a Guille Franco y el mexicano finalizó con un buen disparo alto.

Ya no sufrió más el Villarreal, que no pisó el acelerador pero tampoco frenó, controlando el choque. A esas alturas sabía que no se colocaría segundo por la victoria del Barça ante el Valladolid, pero sigue metiendo presión a los azulgrana. El próximo partido, ante el Atlético, podría servir para asegurar definitivamente la Champions y pensar en cosas mayores.

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